En general, en el mundo del vino, se denomina que un vino es afrutado cuando tiene intensos aromas a fruta. Con este descripción tan simple una gran cantidad de vinos a nivel mundial entrarían en la categoría de afrutados.
En la isla de Tenerife y en toda Canarias en general, el término afrutado se utiliza para denominar a los vinos semisecos o semidulces, en definitiva, a los vinos con restos de azúcar sin fermentar.
Así que si usted en Canarias y le ofrecen un vino aftutado, por normal general, le van a servir un vino semidulce.
¿Cómo se elaboran los vinos afrutados?
La elaboración es igual que la de cualquier otro vino blanco. El mosto limpio comienza a fermentar, normalmente en depósitos de acero inoxidable con temperatura controlada, pero la diferencia radica en que la fermentación se corta antes de que llegue al final.
De esta manera mantenemos en el vino un resto de azúcar natural de la uva sin fermentar que le da el característico dulzor en boca a estos vinos.

Por otra parte parte son vinos que suelen tener fuertes aromas a fruta fresca, debido a que normalmente en las últimas etapas de la fermentación los mostos pierden parte del aroma dulzón tan característico del zumo de la uva (o de cualquier otro zumo de fruta). Al cortar la fermentación parte de estos aromas permanecen en el vino.
El coupage típico de los vinos afrutados del Valle de Güímar en Tenerife es Listán Blanco, en una proporción que ronda el 70-90% y luego el resto de Moscatel de Alejandría.
También podemos encontrar vinos afrutados con otras uvas canarias como malvasía, albillo, vijariego, etc. Aunque no es muy común, ya que esas variedades, más nobles, se suelen usar para hacer vinos secos.
La Moscatel, es una variedad muy aromática, que contribuye a hacer a los vinos, más afrutados aún.
Nuestro vino afrutado La Novelera, posee un 80% de Listán Blanco de Canarias y un 20% de Moscatel de Alejandría.
las variedades se vendimian y fermentan por separado, dejando normalmente el vino moscatel con más carga de azúcar residual que la el listán.
Una vez hayan terminado de fermentar se mezclan en las proporcione indicadas anteriormente y se embotella a los dos meses, ya que los vinos afrutados, se suelen consumir jóvenes.
Nosotros en Hermanos Mesa intentamos que nuestros afrutados no sean demasiado empalagosos, normalmente los dejamos con unos 20 gramos/litros de azúcar residual y no solemos macerar la Moscatel con las pieles, sino que la prensamos directamente, intentando que no quede muy dulzón tampoco en nariz, para que no resulte un vino empalagoso.
Esperemos que les guste ¡¡¡